Rio Caribe en la historia
Escritora y Novelista Nery Russo
Nery Russo, nació en la población de Río Caribe, en la costa nororiental de Venezuela, el 26 de mayo de 1916, precozmente revela una clara tendencia a la soledad e intimismo de la escritura. Se a Caracas muy joven a la edad de 16 años (1932), pese a las duras dificultades familiares, ya en la capital reafirma aquella congénita propensión a la escritura y la lectura.
En 1937, apenas con 21 años se integra, en el seno de un aguerrido y selecto grupo de mujeres empecinadas en lograr paridad de derechos políticos y sociales, al lado de los hombres. Desde allí arranca, al contribuir mediante el aporte de cuentos, relatos breves, crónicas, poemas y textos casuales, a los principales diarios del país, un itinerario vital de constante superación. Egresa, 1949, de la primera promoción (Leoncio Martínez) de periodistas de la UCV. Su actividad es febril. Obsesiva con la explotación y multiplicación de las horas de cada día.
Si por una ventana entra en el diarismo
escrito y programas radiales de difusión cultural, por otra penetra en la
novela épica en la vida de esta mujer y escribe una notable biografía intimista
de la mujer del caudillo, nuestra heroína Luisa Cáceres de Arismendi.
Accediendo a un corredor luminoso y original, funda revistas Ellas, Paginas.
Viaja, negocia la distribución de famosas publicaciones de todo el continente
en Venezuela, México, el Caribe. Toda aquella frenética actividad, durante
décadas, sin descuidar la crianza y educación de sus hijos (Antonio y Pilar
Teresa) nacidos de su primer matrimonio con Antonio Ojeda, aunque ella
volvió a casarse por lo menos un par de veces más, nunca llego a sacrificar los principios
morales o de ética profesional.
La
revista Páginas (1957-1965),, con temas
sociales, políticos, culturales, de farándula y recreativos. Nueve años después
fundó la revista Ellas (1962-1997). Fue una promotora cultural de primer orden. Nery Russo tuvo
al mismo tiempo una intensa vida social que la llevó a crear el certamen Princesita
Venezuela.
Sus obras literarias fueron: La mujer
del caudillo (1952), Zory en 1956, Los cierzos del silencio en 1964, Con los
pasos del perro en 1992, entre otras.
Tuvo columnas en los diarios, dirigió
programas de radio y completó el manuscrito que ocultó de su marido por muchos
años. El esposo la abandonó cuando ella denunció con un conocido mutuo las
golpizas que él le propinaba y el proceso de divorcio que se inició entonces
tardó catorce años en consumarse. Estuvo involucrada, según dice, en ganar el
derecho a voto para la mujer venezolana.
Se le describe en algunas monografías como
una de varias mujeres novelistas que surgieron a pesar de la aridez artística
que se dio en Venezuela durante la dictadura del “Perezjimenizmo” – régimen que
sucediera al derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos, el novelista más
conocido de ese país por su clásico latinoamericano «Doña Bárbara».
Russo, ya en sus ochentas, se mostró
suelta para el hablar, directa e inamovible en sus opiniones y apasionada aún por
los detalles de una vida intensa en que ella es protagonista y narradora a la
vez. Sigue escribiendo la que podría ser su obra más trabajada y, como
evidencia de la difícil transición del periodismo a la literatura, busca
todavía su sitio en las letras. Lo que quiere, nos comentaba, es: “desligarme
del periodismo y dedicarme a la novelística y a la poesía”.
Como los escritores de su edad, y de
su lugar en el mundo, dice que admira “la enjundia narrativa de Rómulo
Gallegos” aunque ella se dedique a otros temas.
Y no se le puede culpar, porque Russo
tiene una vida de novela. Casada en su adolescencia a un hombre mayor que la
sometía a restricciones y puños, ella se abrió a rasguños un camino propio.
Convencida de que quería usar sus manos para “aprender algo más que cocinar”
pulsaba con sus dedos el teclado de la máquina de escribir de su esposo de
manera clandestina.
Escribía a escondidas, llegando a
colaborar para varias publicaciones de Caracas con el uso de pseudónimos que
por haber sido tantos ni siquiera recuerda. Escribió «Zory», su primera novela,
a los diecisiete años de edad, sin saber cómo: “Lo que escribía me salía”, dice
ella.
Llegó a codearse con intelectuales y
gente de influencia en Venezuela y conoció al futuro presidente Rómulo
Betancourt. Al leerle las manos a Betancourt, aunque lo hacía medio en broma,
predijo su ascenso y, además, con lujos de detalles un futuro atentado contra
su vida (que sería ordenado por el dictador dominicano Rafael Leónidas
Trujillo). Dice que pudo palpar cómo a Betancourt se le quemarían las manos en
la futura explosión.
Estableció en Venezuela el concurso
“Miss Princesita”, donde se iniciaron futuras modelos, reinas y estrellas de
cine como María Conchita Alonso. (“A María Conchita la hice yo”, comenta).
En una oportunidad se le pregunto cuál
era su motivación para llevar una vida tan activa y además escribir novelas y
contesto de una manera muy llana, que le parece característica: “No sé. Sería
ganar plata”.
Conservaba decenas de artículos de
prensa que hablan de Nery Russo, de su vida como periodista en diarios tan
conocidos como El Nacional, El Universal, y tan olvidados como El Heraldo,
Ahora, La Esfera, Crítica, El país, La Verdad, La Hora, y otros que ella misma
fundó como lo fueron los vespertinos Sensación y Sucesos. Diarios donde realizó
entrevistas a presidentes, escritores, pintores, bailarines, y por cuyas
columnas, bajo el título de Flechazos al aire, Rincón femenino o Concepto
femenino realizó destacados reportajes
Sus parejas fueron Ramón Ojeda, se casó
también con el pintor español Felipe Luis de Vallejo y con el Conde Hugo de
Chiara Falangola, italiano con quien también estuvo casada esta mujer de armas
tomar, este ultimo por cierto visito a Rio Caribe y llego a ir hasta la Costa
de Paria pues ella deseaba escribir sobre la belleza y majestad de tan
importante zona del país, cosa que hizo en una de sus obras. (En este viaje conto
con el apoyo y acompañamiento de la familia Millet Garcia, con quienes siempre
mantuvo una estrecha relación de amistad.
Esta insigne mujer posee diplomas,
medallas, placas y muchísimos reconocimientos que se pierden entre los cuentos
nunca publicados y decenas de poemas que aún no han conocido librería alguna
Así llega, al 2018. Vuelta la hoja de
los 100 años, tras un intenso y fecundo periplo de lucha fervorosa, también de
tensiones e incertidumbres, alcanza el culmen de su hazaña: la Rapsodia. El 10 de
noviembre de 2018, nuestra admirada Nery Russo, destacada periodista y
escritora venezolana de otros tiempos, fue homenajeada en el Congreso Mundial
de las Letras Hispana “Miguel de Cervantes”, en el Castillo de San Servando de
Toledo, España.
En los tiempos que corren hoy por hoy en Venezuela, menester es buscar e identificar y resaltar aquellas individualidades que, con esfuerzo, talento y perseverancia, dieron sólidos aportes a la cultura de este país. Una de ellas fue Nery Russo. La historia de las luchas sociales en Venezuela, durante las primeras décadas del siglo XX, específicamente dentro del ámbito de las reivindicaciones de los derechos e intereses que conciernen a la mujer, al igual que la del periodismo, es inseparable de la personalidad, y faenas y obra de Nery Russo.
Nos hace ciertamente falta emprender
entonces, un viaje exploratorio a las entrañas del pasado. Solo así podremos
medir el extraordinario esfuerzo de voluntad y dedicación, que supuso y fue
necesario para algunos hombres y mujeres, el trabajo social y la faena
intelectual, en aquellos duros y difíciles tiempos. Entre aquellas mujeres,
vanguardistas y pioneras de la lucha social y la creación literaria, destaca,
sin duda, el nombre de Nery Russo
Estos profesionales de la gramita y
las escrituras la reconocen como una de sus grandes ídolos, por la que se ha
dado a la tarea de escribir todas las bondades de esta montaña humana y
cultural nacida en Rio Caribe, me refiero a Isidoro Requena, Víctor Manuel
Ramos, Heberto Gamero Contín (Quien la describe como una mujer que parece
venida de otro mundo) y Carmen Cristina Wolf
Desde la Organización Social Otro Rio
Caribe Posible nos complace en presentarle parte de la vida y obra de esta venezolana
nacida en nuestro terruño. Por personajes como estos seguimos soñando y
trabajando por Otro Rio Caribe Posible, para así saldar la inmensa deuda que
tenemos con nuestros Padres Creadores, donde a la Condesa Nery Russo podemos
destacarla como una de nuestras madres dada por el Señor y Creador del Universo
como un recurso más y muy valioso del Municipio Arismendi, para presentarlo con
orgullo al mundo. Estamos haciendo contacto con unos su hijo llamado como su
padre Ramón Ojeda, para que nos hable sobre la
vida de su madre pues al parecer aún está viva y de ser así tiene 104
años.
Carlos
Gonzalez
Organización
Social
Otro Rio Caribe Posible
Comentarios
Publicar un comentario